Al anochecer no había casi nadie por las calles. Sólo algunos grupos de jóvenes palestinos en las esquinas y patrullas mixtas del ejército y la policía. Se organizaban pequeñas protestas y enseguida se dispersaban dejando los contenedores de basura ardiendo en cada esquina. Estábamos en Jerusalén Este, la parte de la ciudad que perteneció a Jordania hasta la guerra del 67. Por eso la mayoría de los habitantes son palestinos. Les ofrecieron la nacionalidad israelí, pero la rechazaron en su mayor parte. Esperan ser ciudadanos del futuro estado palestino. La Autoridad Nacional Palestina reivindica Jerusalén Este como capital.
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