Aqaba

Después de cuatro horas de viaje por bordeando el mar Muerto y por el desierto del Negev, llegamos a Eilat. El puerto israelí en el mar Rojo. Inmediatamente cogemos un taxi y nos vamos a la frontera con Jordania. no hay tiempo que perder pues es viernes y al atardecer comienza el Sabath judío y toda la actividad se paraliza en Israel, incluidos los taxis y el paso por la frontera. En nuestro hotel de Jerusalén, durante el Sabath, uno de los dos ascensores paraba automáticamente en todos los pisos. La razón es que los judíos ortodoxos no pueden ni siquiera apretar el botón del ascensor durante el sabath pues está considerado como una forma de trabajar. Una vez en Aqaba nos esperaba un atardecer precioso. En frente nuestra , al otro lado del golfo , Egipto, a nuestra izquierda a unos 25 kilometros Arabia Saudita, a la derecha a pocos kilometros Israel.